Translate

jueves, 4 de abril de 2013

El amor de pareja

En la mayoría de las conversaciones, películas y acontecimientos comunes, el amor se convierte en el tema central. El amor de pareja, aunque en última instancia tiene raíces biológicas, a menudo se percibe como algo mágico, único y especial. Se le atribuyen cualidades que pueden hacer que te sientas eufórico y veas la vida desde una perspectiva romántica, incluso a veces un tanto irracional.

El amor de pareja, desde una perspectiva biológica, está arraigado en el instinto de supervivencia de la especie. Sin embargo, en la vida cotidiana, el amor puede ser influenciado por una variedad de factores. A veces, perdura debido a condicionamientos morales, apego emocional o el miedo a la independencia. Por otro lado, cuando el amor no dura para siempre, puede ser que la relación se vuelva monótona, carente de novedad y excesivamente rutinaria, lo que puede hacer que las personas sientan que están involucionando.

La clave para mantener una relación de pareja exitosa es reconocerte a ti mismo como alguien lo suficientemente inteligente como para valorar a la persona que está a tu lado. Esto implica crear un proyecto de vida en conjunto, respetando los gustos, deseos y metas de cada uno. Contribuir constantemente con emociones positivas a la relación, lo que significa sentir que te enamoras cada día un poco más, es decir, admirar a la persona que está a tu lado.

Lo que considero un amor de pareja verdadero es aquel en el que existe cariño y una profunda conciencia de los sentimientos y emociones de ambos. En este tipo de relación, no tienes que esforzarte excesivamente por ser feliz, porque la relación misma te brinda tranquilidad y claridad, como mencioné anteriormente. En un amor verdadero, se comparte sin intromisión, pero con respeto. Además, se cultiva diariamente el crecimiento de cada individuo, permitiendo que ambos desarrollen al máximo su potencial, habilidades, dimensiones e inteligencias. Esto implica autodisciplina y autorregulación, educación y dominio de la voluntad para convertir lo que parece imposible en una realidad.

La convivencia diaria se vuelve placentera y llena de entusiasmo cuando eliges a alguien con quien compartir tu vida, y lo haces con amor, paciencia y serenidad.