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martes, 11 de junio de 2013

El camino al corazón de una mujer (Anónimo)


Cuentan que en el pico más alto del Tíbet vive el hombre más sabio del mundo. 
Cierta vez, un joven acudió con él para descubrir el camino al corazón de una mujer de la que se había enamorado.
Cuando encontró al sabio en la cumbre de la montaña, le preguntó: ‘Dime Maestro de los maestros: ¿Cuál es el camino más corto, seguro y directo para llegar al corazón de una mujer?'.El maestro le respondió: 'No hay camino seguro al corazón de una mujer, hijo mío; solo senderos al borde de precipicios y caminos sin mapas o brújulas, tapizados de peñascos, de arbustos espinosos y con serpientes ponzoñosas’. Pero, entonces, Maestro: ¿qué debo hacer para conquistar el corazón de mi amada? Recuerda amado Discípulo: Conserva en tu mente y en tu corazón las enseñanzas y los consejos que te daré... Síguelos fielmente y llegarás al corazón de la mujer que amas.

1. Lávese los dientes.

2. No se rasque los testículos frente a ella.

3. Regálele flores y muchos, pero muchos presentes.

4. Levante la tapa del inodoro antes de orinar y recuerde bajarla después.

5. Lávese las manos cuando salga del baño.

6. No mastique con la boca abierta.

7. No eructe duro, o mejor, no eructe jamás.

8. No sea pedorro.

9. No hable mal de la madre de ella, ámela como a su propia madre.

10. No diga palabrotas.

11. Ría siempre de los malos chistes de ella.

12. No la cele, o si acaso, un poquito.

13. Deje que ella tenga celos de usted. Ella sí puede.

14. No críe barriga. Es más, nunca engorde. Ella sí puede (pero nunca se lo diga).

15. No se demore en el baño.. Aprenda a trapear el baño, pero aun así, no se demore.

16. No deje la toalla tirada.

17. No diga que ella no sabe manejar.

18. No llegue tarde a casa. Salga de trabajar y váyase de inmediato para su casa.

19. No se entretenga con los amigos. O mejor, no tenga amigos.

20. No sueñe con tener amigas.

21. Nunca mire ni hable de las tetas o del culo de las amigas de ella.

22. No sea tacaño. Use cuando menos dos tarjetas débito y dos de crédito.

23. No mire a otras mujeres. Es más, entienda de una vez que no existen otras mujeres.

24. No hable de su ex. Usted nunca tuvo a nadie antes que ella.

25. Dígale 'Te amo', al menos 24 veces al día.

26. Aprenda a cocinar.

27. Lave los platos y deje la cocina limpia.

28. Arregle la cama (siempre).

29. Comuníquese desde cualquier lugar, ojalá cuando usted esté más ocupado.

30. Deje que ella compre ropa, zapatos, etc., siempre que ella quiera. Es más, acompáñela a caminar durante horas eligiendo lo que quiera comprar (y sonría mientras camina).

31. Deje que ella converse durante horas por teléfono, y si puede, pague la factura del celular.

32. No ronque.

33. Recuerde, a usted no le gusta el fútbol y odia las carreras de fórmula 1.

34. Aféitese todos los días para que no la lastime.

35. No piense solamente en sexo, pero tampoco exagere; proponga con frecuencia, aunque esté cansado y descremado.

36. Respete cuando a ella le duela la cabeza, pero si ella se lo pide, de inmediato complazca. ¡Ah!, y no se vaya a quedar dormido inmediatamente después; debe mirarla a los ojos y acariciarla hasta que sea ella quien se quede plácidamente dormida.

37. Diga en todo momento que ella es la mujer más bella que jamás ha visto.

El Discípulo, agobiado, se vuelve para bajar de la montaña y el Maestro le dice: '¡Espera, hijo mío, vuelve acá!'

El Discípulo contesta: 'No, Maestro... ¡Ahora entiendo por qué hay tanto...!


En el fondo hay reflexión, algunas cosas irónicas y otras que son innegables, pues no se puede eludir  responsabilidad y ni respeto. Sandra Becerra


viernes, 7 de junio de 2013

BOTIQUÍN DE PRIMEROS AUXILIOS (Anónimo)

1-palillo
2-Caucho
3-Vendita 
4-lapiz
5-borrador
6-chicle
7-chocolate kiss
8-bolsa de te instantáneo

¿Para qué? 

Veamos:

Palillo –para acordarte de “escarbar” en los demás todas las cualidades que tienen
Caucho -para acordarte de ser flexible, ya que las cosas y las personas no siempre son de manera como tú quieres que lo sean
Vendita- para ayudarte a curar aquellos sentimientos heridos, ya sean tuyos o de los demás
Lápiz-para que anotes diariamente todas tus bendiciones
Borrador-para acordarte que todos cometemos errores, y no pasa nada.
Chicle- para acordarte de “pegarte” a todo aquello que puedes sacar adelante con tu esfuerzo
Un chocolate kiss- para que te acuerdes que todo el mundo necesita un beso, un abrazo diariamente
Y finalmente la bolsa de te: ¿para qué?
Para tomarte un tiempo, relajarte y hacer una lista de todo lo que tienes y tus bendiciones diarias.


Tal vez para el mundo, solo seas “alguien”…pero para alguien, tal vez seas todo su mundo.

LOS CLAVOS Y LOS AMIGOS

Había una vez un niño que tenía mal carácter. 
Un día su padre le dio una bolsa de clavos y le dijo: Mira hijo cada vez que tu pierdas la calma debes clavar un clavo en la cerca detrás de la casa. 
“El primer día el muchacho clavó 37 clavos. Pero poco a poco fue calmándose porque descubrió que era mucho más fácil controlar su carácter que clavar los clavos en la cerca. Finalmente llegó el día cuando el muchacho no perdió la calma  para nada y se lo dijo a su padre y entonces el papá le sugirió que por cada día que controlara su carácter debería sacar un clavo de la cerca.


Los días pasaron y el muchacho pudo finalmente decirle a su padre que ya había sacado todos los clavos de la cerca....Entonces el papá llevo de la mano a su hijo a la cerca  de atrás....y le dijo: “Mira hijo, has hecho bien... Pero fíjate en todos los agujeros que quedaron en la cerca...Ya la cerca nunca será la misma de antes’. 
Cuando dices o haces cosas con coraje, dejas una cicatriz como ese agujero de la cerca...Es como meterle un cuchillo a alguien,  aunque lo vuelva a sacar la herida ya quedó hecha...”No importa cuántas veces pidas disculpa, la herida  ya está hecha...Una herida física es igual de grave que una herida verbal....”Los amigos son verdaderas joyas a quienes hay que valorar...Ellos te brindan su amistad y te animan a mejorar...”Te escuchan,  comparten una palabra de aliento, te sonríen y siempre tienen su corazón abierto para recibirte…”

TUS AMIGOS MERECEN SABER QUE LOS QUIERES

Sapere Aude

Pasa “me dijo, “así que quieres entrevistarme”
“Bueno “le conteste, “si tienes tiempo…”Se sonríe por entre barba y dice “mi tiempo se llama eternidad y alcanza para todo”
¿Qué pregunta quieres hacerme? “ninguna nueva, ni difícil para ti”
“¿Qué es lo que más te sorprende de los hombres”?


Y dijo:
Que se aburran de ser niños, apurados en crecer y luego, suspiran por regresar a ser niños.

Que primero pierdan la salud para tener dinero y enseguida, pierdan el dinero para recuperar la salud.
Que por pensar ansiosamente en el futuro, descuiden su hora actual ,con lo que viven el presente ni el futuro
Que viven como si no fueran a morirse y se mueren como si no hubieran vivido y pensar que YO “
Con ojos  llenos de lágrimas y la voz entre cortada dejo de hablar .sus manos toman fuertemente las mías y seguimos en silencio después de un largo tiempo y para cortar el clima, le dije:
¿Me dejas hacerte otra pregunta?
No me respondió con palabras, si no solo con su tierna mirada
¿Cómo padre, que es lo que le pedirías a tus hijos?
Que aprendan:
Que no pueden hacer que alguien los ame, lo que si pueden es dejarse amar.
Que aprendan que toma años construir confianza y solo segundos para destruirla
Que el más valioso no es lo que tienen en sus vidas, sino a quien tienen en sus vidas
Que aprendan que no es bueno compararse con los demás .pues siempre habrá alguien mejor o peor que ellos
Que “rico” no es el que más tiene, sino el que menos necesita
Que bastan unos pocos segundo para producir heridas profundas en las personas que amamos y que pueden tardar muchos años en ser sanadas
Que los grandes sueños no requieren de grandes alas, sino de un tren de aterrizaje para lograrlos. Que los amigos de verdad son tan escasos, que quien ha encontrado uno, ha encontrado su verdadero tesoro
Que no siempre es suficiente ser `perdonado por otros, algunas veces deben perdonarse a si mismos  que aprendan, que son dueños  de lo que callan y esclavos de lo que dicen .Que aprendan, que la verdadera felicidad no es lograr sus metas sino aprender a ser felices con lo que tienen .Que dos personas pueden mirar una misma cosa y ver algo totalmente diferente. Que a pesar de que piensen que no tiene nada que dar, cuando un amigo llora con ellos, encuentran la fortaleza para vencer sus dolores. Que aprendan, que amar y querer no son sinónimos  si no antónimos, el querer, lo exige todo, el amar lo entrega todo. Qué nunca harán nada tan grande para que Dios los ame más, ni nada tan malo para que los ame menos. Que aprendan, que la distancia más lejos que puede estar de mi es la distancia de una simple oración. ¿Será posible que alguna vez aprendamos?

Si, por que Dios es amor, nos dice San Juan.

Pero no es gratis!

La envió Margarita Stromsdofer, mi hermana, a Nubia Cecilia, mi hija

Julio de 1999


PAPA OLVIDA

Escucha, hijo: voy a decirte esto mientras duermes, una mano bajo la mejilla y los rubios rizos pegados a tu frente humedecida. He entrado solo a tu cuarto. Hace unos minutos, mientras leía mi diario en la biblioteca, sentí una ola de remordimiento que me ahogaba. Culpable, vine junto a tu cama.
Esto es lo que pensaba, hijo: me enojé contigo. Te regañé cuando te vestías para ir a la escuela, porque apenas te mojaste la cara con la toalla. Te regañé porque no te limpiaste los zapatos. Te grité porque dejaste caer algo al suelo.
Durante el desayuno te regañé también. Volcaste las cosas. Tragaste la comida sin cuidado. Pusiste los codos sobre la mesa. Untaste demasiado el pan con mantequilla. Y cuando te ibas a jugar y yo salía a tomar el tren, te volviste y me saludaste con la mano y dijiste: "¡Adiós, papa!" y yo fruncí el entrecejo y te respondí: "¡Ten erguidos los hombros!"
Al caer la tarde todo empezó de nuevo. Al acercarme a casa te vi, de rodillas, jugando en la calle. Tenías agujeros en las medias. Te humillé ante tus amigos al hacerte marchar a casa delante de mí. Las medias son caras, y si tuvieras que comprarlas tú, serias más cuidadoso. Pensar, hijo, que un padre diga eso.
¿Recuerdas, más tarde, cuando yo leía en la biblioteca, y entraste tímidamente con una mirada de perseguido? Cuando levante la vista del diario, impaciente por la interrupción, vacilaste en la puerta. "¿Qué quieres ahora?" Te dije bruscamente.
Nada respondiste, pero te lanzaste en tempestuosa carrera y me echaste los brazos al cuello y me besaste, y tus brazos me apretaron con un cariño que Dios había hecho florecer en tu corazón y que ni aun el descuido ajeno puede agostar. Y luego te fuiste a dormir, con breves pasos ruidos por la escalera.
Bien, hijo; poco después fue cuando se me cayó el diario de las manos y entro en mi un terrible temor. ¿Qué estaba haciendo de mí la costumbre? La costumbre de encontrar defectos, de reprender; esta era mi recompensa a ti por ser un niño. No era que yo no te amara; era que esperaba demasiado de ti. Y media según la vara de mis años maduros.
Y hay tanto de bueno y de bello y de recto en tu carácter. Ese corazón tuyo es grande como el sol que nace entre las colinas. Así lo demostraste con tu espontaneo impulso de correr a besarme esta noche. Nada más que eso importa esta noche, hijo. He llegado a tu camita en la oscuridad, y me he arrodillado, lleno de vergüenza.
Es una pobre explicación; sé que no comprenderías estas cosas si te las dijera cuando estas despierto pero mañana seré un verdadero papa. Seré tu compañero, y sufriré cuando sufras, y reiré cuando rías. Me morderé la lengua cuando este por pronunciar palabras impacientes. No haré más que decirme, como si fuera un ritual: "No es más que un niño, un niño pequeño".

Temo haberte imaginado hombre, Pero al verte ahora, hijo, acurrucado, fatigado en tu camita, veo que eres un bebe todavía. Ayer estabas en los brazos de tu madre, con la cabeza en su hombro. 
He pedido demasiado, demasiado.

EL AMOR ES CIEGO Y LA LOCURA SIEMPRE LO ACOMPAÑA (Anónimo)

Cuentan los que saben, que una vez se reunieron en algún lugar de la tierra los sentimientos y cualidades de los hombres.
Cuando el aburrimiento había bostezado por tercera vez, la locura, como siempre tan loca, propuso: "Vamos a jugar a las escondidas".
La intriga levantó la ceja y la curiosidad sin poder contenerse preguntó: "¿A las escondidas? ¿Cómo es ese juego?".
"Es un juego -explicó la locura- en el que yo me tapo la cara y comienzo a contar desde uno hasta un millón mientras ustedes se esconden, y cuando haya terminado, el primero de ustedes que encuentre, ocupará mi lugar para terminar el juego."
El entusiasmo bailó secundado por la euforia. La alegría dio tantos saltos que terminó por convencer a la duda e incluso a la apatía, que nunca le interesaba nada.
Pero no todos quisieron participar. La verdad prefirió no esconderse, ¿para qué? Si al final siempre la encuentran. La soberbia opinó que era un juego muy tonto (en el fondo lo que le molestaba era que la idea no hubiera sido de ella) y la cobardía prefirió no arriesgarse.
"Uno, dos, tres...", comenzó a contar la locura. La primera en esconderse fue la pereza que se dejó caer en la primera piedra en el camino. La fe subió al cielo y la envidia se escondió tras la sombra del triunfo, que con su propio esfuerzo había logrado subir a la copa del árbol más alto.
La generosidad casi no alcanzaba a esconderse, porque cada sitio que hallaba le parecía maravilloso para alguno de sus amigos. ¿Qué tal un lago cristalino? Ideal para la belleza, ¿La rendija de un árbol? Perfecto para la timidez. ¿Una ráfaga de viento? Magnífico para la libertad.
Así la generosidad terminó por ocultarse en un rayito de sol. El ego, en cambio, encontró un sitio muy bueno desde el principio, ventilado, cómodo, pero sólo para él.
La mentira se escondió en el fondo del océano (en realidad detrás del Arco Iris).
La pasión y el deseo en el centro de los volcanes.
El olvido.... no recuerdo donde.
Cuando la locura contaba 999.999, el amor aún no había encontrado sitio, pues todo estaba ocupado, hasta que diviso un rosal y estremecido decidió esconderse entre las flores.
"Un millón", gritó la locura y comenzó a buscar.
La primera en aparecer fue la pereza, sólo a tres pasos de una piedra.
Después escucho a la fié discutiendo con Dios sobre Zoología y a la pasión y al deseo los sintió vibrar desde el fondo de los volcanes. En un descuido encontró a la envidia y pudo gracias a ello pudo deducir donde estaba el triunfo.
Al  egoísmo no tuvo que buscarlo ya que él solo salió disparado de su escondite que había sido un nido de avispas.
De tanto ir y venir la locura sintió sed, y al alcanzar el lago descubrió la belleza.
Con la duda resultó más fácil todavía, pues la encontró sentada sobre una cerca sin decidir aún, en qué lado esconderse.
Así fue encontrando a todos.
Al talento, entre las hierbas frescas, la angustia, en una oscura cueva, a la mentira, detrás del Arco Iris y hasta al olvido, que ya se había olvidado que estaba jugando a las escondidas.
Solo el amor no aparecía por ningún lado. La locura buscó detrás de cada árbol, debajo de cada piedra, en la cima de las montañas. Cuando estaba ya por rendirse, divisó el rosal...  y comenzó a agitar las ramas.
De pronto se escuchó un doloroso grito. Las espinas habían herido en los ojos al amor.
La locura no sabía qué hacer para disculparse.
Lloró, rogó, imploró, pidió perdón, y hasta prometió ser su lazarillo.
Desde entonces, desde que por primera vez se jugó a las escondidas en la tierra, el amor es ciego y la locura siempre lo acompaña.


"Imagínate todo lo que puedes hacer con amor, así te tilden de loco". Sandra Becerra


UN HOMBRE PREGUNTA...

¿Dónde está Dios? 
Se ve o no se ve.
Si te tienen que decir dónde está Dios, Dios se marcha.
De nada vale que te diga que vive en tu garganta.
Que Dios está en las flores y en los granos,
En los pájaros y en las llagas,
En lo feo, en lo triste, en el aire, en el agua.
Dios está en el mar y a veces en el templo,
Dios está en el dolor que queda y en el viejo que pasa,
En la madre que pasa y en el padre que piensa en sus hijos,
En la mujer pública y en la torre de la mezquita blanca.
Dios está en la mina y en la plaza,
Es verdad que está en todas partes, pero hay que verlo,
Sin preguntar que dónde está como si fuera mineral o planta.
Quédate en silencio,
Mírate la cara,
El misterio de que veas y sientas, ¿no basta?
Pasó un niño cantando,
Tú lo amas,
Ahí está Dios.
Lo tienes en la lengua cuando cantas,
En la voz cuando blasfemas,
Y cuando preguntas dónde está:
Esa curiosidad es Dios, que camina por tu sangre amarga,
En los ojos lo tienes cuando ríes,
En las venas cuando amas
Ahí está Dios en ti,
Pero tienes que verlo tú,
De nada vale quien te lo señale,
Quien te diga que está en la ermita, de nada,
Has de sentirlo tú
Trepando, arañando, limpiando las paredes de tu casa:
De nada vale que te diga que está en manos de todo el que trabaja,
Que se va de las manos del guerrero,
Aunque este comulgue o practique cualquier religión, dogma o rama;
Huye de las manos del que reza y no ama,
Del que va a misa y no enciende a los pobres velas de esperanza,
En el hospital, y en la casa enrejada.
Dios está en eso tan sin nombre
Que te sucede cuando algo te encanta;
Pero de nada vale que te diga que Dios está en cada ser que pasa.
Si te angustia este hombre que se compra alpargatas,
Si te inquieta la vida del que sube y no baja,
Si te olvidas de ti y de aquellos, y te empeñas en nada,
Si una angustia se te enquista en la entraña,
Si amaneces un día silbando a la mañana
Y si sonríes a todos y a todos das gracias,
Dios está en ti, debajo de tu corbata.
(Gloria Fuertes)


"¡Dios es como el agua, déjalo correr, déjalo estar, déjalo existir en ti para que te de vida en abundancia!" Sandra Becerra

"¡Dios está en dónde menos te lo esperas, ama y ama, una y otra vez, sin duda, sin esperar... solo con abrazar reconoces cuan grande es Dios, solo con deleitarte con los pequeños detalles, aprécialos son un tesoro. Dios te hace feliz". Sandra Becerra





ROMPE EL CÍRCULO DEL ODIO (anónimo)

ü Un importante señor grito al director de su empresa, porque estaba enojado en ese momento

ü  El director llego a su casa y grito a su esposa ,acusándola de que estaba gastando demasiado , porque había un ayudante almuerzo en la mesa

ü  Su esposa grito a la empleada porque rompió un plato.

ü  La empleada dio un puntapié al perro por que la hizo tropezar.

ü  El perro salió corriendo y mordió a una señora que pasaba por la vereda, porque estaba obstaculizando su salida por la puerta.

ü  Esa señora fue al hospital para ponerse la vacuna y que le curaran la herida  y grito al joven médico, llego a su casa y grito a su madre, porque la comida no era de su agrado.

Su madre tolerante y un manantial de amor y perdón, acaricio sus cabellos diciéndole:-“hijo querido, prometo que mañana hare tu comida favorita .Tu trabajas mucho, no estas cansando y precisas una buena noche de sueños. Voy a cambiar las sabanas de tu cama por otras bien limpias y perfumadas, para que puedas descansar en paz .Mañana te sentirás mejor “.

Ven, dijo a su hijo y abandonó la habitación, dejándolo solo con sus pensamientos…

En ese momento, se interrumpió el CIRCULO DEL ODIO, porque choco con la TOLERANCIA, LA DULZURA, el PERDÓN y el AMOR.



Si usted es uno de lo que ingresaron en un CÍRCULO DEL ODIO, acuérdese que puede romperlo con TOLERANCIA, DULZURA, PERDÓN Y AMOR…
¡Eres el capitán de tu vida!