Cordial saludo.
Cuando las personas se sienten acorraladas saben que no han hecho bien lo que
debían o no han cumplido con lo que debían. Felicito a aquellos estudiantes que
desde un principio asumieron el rol de estudiante que desea mejorar lo que
sabe, aprender cosas nuevas y proyectarse auténticamente para dar lo mejor de
sí mismas.
Admiro y reconozco el talento artístico de muchos de
Uds., ojalá valoraran Uds. mismos sus habilidades, de pronto no para ganarse la
vida sino para que sean complementarias con otras facetas de su vida
profesional cuando sea el momento y para generar más competencia en su calidad
de vida.
Otros de Uds. que con sus comentarios jocosos,
hicieron algunos instantes de la clase muy amenos, pero otros se quedaron, en
ello, no entendiendo que es preciso identificar tiempos, personas espacios y
lugares, pasando de lo gracioso a la falta de respeto, a la grosería y luego a dejar de lado sus deberes académicos,
posponiendo responsabilidad, autodisciplina y por consiguiente, buenos
resultados.
Recuerden que los retadores por su soberbia van
perdiendo grandeza. Lamento los entendidos equivocados de otros tantos, que no
afianzan la honestidad, es decir, las buenas maneras, para dirigirse a su docente,
para reconocer su falta de responsabilidad y compromiso, su falta de interés
para cambiar el paradigma de los valores y conocimientos que han recibido de
una manera más creativa, con iniciativa y conciencia crítica.
Qué pena, con aquellos que se ofendieron por decirles
cariño, es un término para expresar respeto, amabilidad y caridad hacia una
persona, y para recordar que en todo momento es un esmero y cuidado de mi labor
para aquellas a quienes sirvo a través de mi profesión, aunque sea un apelativo
afectuoso, que incomodara.
Les falta mucho para mejorar como seres humanos, pero
más como personas en cuanto al buen trato, a la aceptación de la diferencia y
de asumir la capacidad de asombro para ver en lo distinto aquello que me puede
ayudar, aportar y motivar para continuar con nuevos ideales, lo que deseo ser y
hacer, para creer y convivir.
Gracias a aquellos estudiantes, que reconocieron en
mí, mis capacidades, apreciaron mis conocimientos y me valoraron como ser
humano, persona y profesional. Que se interesaron por los aportes y contenidos
conceptuales para ser excelentes y han recordado no "confundirse ni dejarse
confundir".
Les deseo lo mejor, en su vida inmediata, pues esta
es la base para lo que viene. Es más, para la siguiente etapa que están próximos
a empezar y un año para culminar, la sabiduría (reflexión), la caridad (amor) y
la amabilidad (respeto), sean su bandera para que el conocimiento y los valores
adquiridos procesualmente tengan mayor sentido y cabida en su realización
personal en todos los ámbitos de su vida.
Fraternalmente,
SANDRA BECERRA